Los carpinchos, chigüiros, chigüires, ronsocos o capibaras se están reproduciendo a gran velocidad en la ciudad cerrada de Nordelta, construida sobre humedales que son el hábitat natural de estos enormes roedores. Los 40 mil vecinos de la exclusiva urbanización de las afueras de Buenos Aires quieren controlarlos porque, dicen, destrozan jardines y atacan perros. Las autoridades buscan mejorar la convivencia.
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