Científicos dicen haber obtenido la primera evidencia fotográfica de
la presencia de osos pardos en la Zona de Exclusión de Chernobyl (CEZ,
por sus siglas en inglés).
Los investigadores grabaron estas imágenes con la ayuda de cámaras
trampa que forman parte de un proyecto que evalúa el impacto de la
radioactividad en la vida silvestre.
Desde hace más de un siglo que no se ven osos pardos en la zona, a pesar de que se han descubierto signos de su presencia.
La zona de exclusión fue delimitada después de la explosión de la planta nuclear de Chernobyl en Ucrania, en 1986.
"Nuestro colega ucraniano, Sergey Gashchak, puso en los últimos meses
varias cámaras trampa en una zona central para registrar cómo era la
vida silvestre allí”, explicó el líder del proyecto Mike Wood, de la
Universidad de Salford.
Las imágenes de una de las cámaras mostraron a un oso, en octubre.
"Había indicios de que habían estado allí, pero hasta donde sabemos,
nadie había conseguido evidencia fotográfica que mostrase a uno presente
en el lado ucraniano de la zona de exclusión", señaló Wood.
"Estamos trabajando con la premisa de que al sacar a la gente de la
ecuación así como la presión humana, los animales que tienen un corredor
que se adentra en la zona de exclusión notaron que ya no hay ni la
presión ni los peligros que plantea la presencia de gente", agregó.
Información valiosa
Tras la explosión de abril de 1986 –descrita como uno de los peores
accidentes de la historia en una planta nuclear- se evacuaron a más de
110.000 personas y se estableció una zona de exclusión en un radio de 30
kilómetros, alrededor del reactor nuclear dañado.
En los años siguientes, el área sirvió como una fuente de información
invaluable para la investigación sobre el impacto de la contaminación
radioactiva.
El proyecto de Wood es parte de un programa de investigación de cinco
años llamado Transferencia, Exposición, Efectos (Tree, por sus siglas
en inglés), que busca "reducir la incertidumbre a la hora de estimar los
riesgos para los humanos y la vida silvestre asociados con la
exposición a la radioactividad y reducir el conservadurismo en el
cálculo de riesgos".
La mayor parte del trabajo de campo será llevada a cabo dentro de la zona de exclusión.
"Tenemos nuestros modelos para predecir la exposición a la radiación
pero
lo hacen de una manera muy cruda –un estimado en una zona muy
amplia-, pero sabemos que los animales interactúan con el medioambiente
de diferente manera", señala Wood.
"(Los animales) tienen preferencias por determinados hábitats,
algunos quieren estar más cerca de un río mientras que otros estar en
medio de un bosque. Cuando hay zonas dispersas de contaminación en un
área, las preferencias en relación al hábitat y a la comida cambian la
forma en la que los animales interactúan con la contaminación".
Para entender qué animales y especies se pueden encontrar en la
actualidad en la zona de exclusión, el equipo identificó tres áreas: de
poca, media y alta contaminación.
Cada área tiene un radio de 5 Km. En cada una se seleccionaron 84 locaciones al azar, donde se instalaron las cámaras.
El equipo se centrará en los mamíferos más grandes.
"Lo que tenemos que hacer cuando programamos las cámaras es despejar
un poco la zona para poder fotografiar a los animales que pasan por
allí", explica Wood.
"Si no cortamos el pasto, nunca podremos ver pasar a zorros o liebres".
Wood y su equipo continuarán operando las cámaras remotas en la CEZ como parte de la primera etapa del proyecto hasta 2015.
Una vez completada esta faceta del estudio –ver qué animales hay allí
y en qué cantidad- los científicos seleccionarán una especie en
particular para seguirla de cerca.
Las cámaras para registrar la presencia de osos y otros mamíferos están distribuidas en 84 sitios de la CEZ.
A estos animales se les pondrá un collar con GPS para seguir sus
movimientos por la zona de exclusión a lo largo de un año y registrar la
dosis exacta de radiación a la que están expuestos.
Según Wood, esto no solo les permitirá poner a prueba modelos para
ver cuán efectivamente se puede predecir la exposición a la radiación,
sino también hacer estudios directos sobre la relación entre la
exposición a la radiación en un campo y los efectos de la radiación.
Lea: Los bosques radiactivos de Chernobyl, una bomba dormida
http://noticias.terra.com.pe/ciencia/tras-100-anos-de-ausencia-regresan-los-osos-pardos-a-chernobyl,0c88e2ebd660a410VgnCLD200000b1bf46d0RCRD.html
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