En el hemisferio norte el cambio climático aún suele ser algo abstracto. Para los habitantes de países como India o Filipinas, sin embargo, ya es algo real. El calor extremo domina la vida cotidiana. Las fuertes lluvias arrasan con casas y calles. Joan Baking vive con su familia en un cementerio de Manila, la capital de Filipinas.
Incluso en marzo las temperaturas superan los 30 grados Celsius. El único sistema de refrigeración en su pequeño hogar es un ventilador de techo. Cuando Joan estaba embarazada, por sufrir estrés térmico debió tomar medicación. En consecuencia, su hijo nació con un nivel severo de asma. Con el calor su estado empeora.
Pero la familia no puede costear el tratamiento del niño. En el estado indio de Uttarakhand, la gente vive con la amenaza natural de las lluvias monzónicas. Sin embargo, en agosto de 2022, las lluvias fueron tan torrenciales que el aluvión arrasó el valle de Doon, y todo cuanto había cerca de la ribera. La aldea de Maldevta por completo quedó bajo los escombros y el lodo.
Shivani, de 18 años, perdió a su padre. Ahora tanto ella como sus hermanos deben construir una casa nueva, lejos del río y sin la ayuda de su padre. No se puede predecir la intensidad de las próximas lluvias monzónicas. Pero desde entonces, han vivido con el constante temor de nuevas inundaciones.
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