El acuerdo firmado por la ministra de Medio
Ambiente y Agua de Bolivia, Alexandra Moreira; y el ministro del
Ambiente de Perú, Manuel Pulgar-Vidal, contempla una inversión de más de 500 millones de dólares, a través de la ejecución de un plan de acción hasta el año 2025.
La
primera fase de inversión de este proyecto, que demandará un
financiamiento de 63 millones de dólares, se centrará en la gestión de
residuos sólidos y la cobertura de alcantarillado de las poblaciones
cercanas al ecosistema acuático para atajar el problema de la
contaminación orgánica. En fases sucesivas se abordarán problemas
industriales, mineros, agrícolas y ganaderos.
La
ministra Moreira destacó que Bolivia ya dedicó 1.5 millones de dólares
en 2015 a la construcción de plantas de tratamiento de agua residual en
las poblaciones cercanas. Sin embargo, lamentó que el lago presenta
zonas contaminadas desde hace 50 años, producto de la industria y la
minería en su entorno.
Asimismo, afirmó que se
trabaja en optimizar los sistemas de riego para no utilizar en exceso
el agua del lago, y defendió utilizar la "biorremediación" de la
polución acuática mediante los juncos totorales, un sistema natural efectivo para combatir la contaminación, pero que está perdiendo presencia en el Titicaca.
Objetivos y estrategias
Por su parte, el viceministro de Gestión Ambiental del Ministerio del Ambiente, Mariano Castro, precisó que el
acuerdo posee cuatro objetivos: la reducción de presiones ambientales,
la organización y la realización de actividades, la contribución de la
recuperación ambiental, y el fortalecimiento de la gestión ambiental
integrada a través de programas binacionales.
Destacó
que estos objetivos contemplan, a su vez, seis ejes estratégicos: el
tratamiento de las aguas residuales resultantes de las actividades
económicas, y el fortalecimiento de la resilencia ecosistémica que
comprende la recuperación del lago en su capacidad de soportar presiones
externas y mantener su equilibrio natural.
Asimismo, la
mejora de la salud pública, referida a la reducción de los riesgos a
enfermedades, la adaptación al cambio climático, que constituye una
dimensión transversal en todas las medidas de gestión.
Otro eje estratégico es la
información, investigación y monitoreo, a fin de mejorar el
conocimiento del ecosistema; y la sensibilización, educación y
participación de la ciudadanía en su preservación y recuperación.
Con este acuerdo, los ministerios del Ambiente de Perú y Bolivia se constituyen como los primeros sectores en cumplir los compromisos adoptados el 23 de junio de 2015, fecha en la que sucedió la primera reunión presidencial y de gabinetes binacionales.
http://www.andina.com.pe/agencia/noticia-conozca-los-planes-para-recuperar-biodiversidad-del-lago-titicaca-595567.aspx
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