Precisó que esta contaminación es producida
básicamente por estufas de carbón, querosene o biomasa, o bien por
lámparas y calentadores que utilizan el mismo tipo de combustible.
Para
reducir este problema, la OMS publicó una guía de recomendaciones para
reducir las emisiones de esos contaminantes en el hogar.
La
OMS aconseja suspender o disminuir el uso de carbón no procesado como
combustible, ya que contiene elementos tóxicos como arsénico, plomo y
mercurio.
Además, recomenda evitar la
utilización de querosene no sólo por ser un contaminante, sino por estar
asociado con quemaduras, incendios y envenenamiento
La
principal recomendación es cambiar estas fuentes de combustible por
gas, biogás, gas natural, etanol o electricidad para cocinar o iluminar
las casas.
En este sentido, la OMS subraya la
urgencia de que la población en general tenga acceso a esos servicios,
especialmente en los países de renta media y baja.
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