domingo, 6 de abril de 2014

Uruguay y Union Europea: Ley buscará eliminar la contaminación por mercurio y prohibirán producir pilas y termómetros

Proyecto de ley busca la eliminación del mercurio para el 2020

El Poder Ejecutivo envió al Parlamento un proyecto de ley para proteger la salud humano y el ambiente de las emisiones de mercurio y otras sustancias residuales. Uno de los objetivos es eliminar los termómetros con este metal para el 2020.

La utilización del mercurio puede constituirlo en una neurotoxima que afecta los riñones y muchos sistemas corporales como los sistemas nervioso, cardiovascular, respiratorio, gastrointestinal, hematológico, inmunológico y reproductivo.

Para el 2020 se espera prohibir la producción y el intercambio comercial de algunos productos que contienen mercurio, como pilas, lámparas fluorescentes, algunos tipos de jabones y cosméticos, instrumental médico no electrónicos como termómetros y aparatos de medición de presión arterial.

En Uruguay las posibles fuentes de emisión son: incineradores de residuos, fundiciones de metales no ferrosos y cementeras. Además considera que se deberán concentrar los esfuerzos para implementar nuevos procesos de fabricación de cloro y soda con electrodos de mercurio.

Especifica los daños que puede ocasionar a la atmósfera y el aumento del riesgo para la especie humana en caso de afectar a las cadenas alimenticias, principalmente por dispersión en el agua y consumo de peces afectados.

La normativa también consagra exigencias que abarcan a la totalidad del ciclo del mercurio con las implicaciones para los sectores económicos, de la construcción, electricidad, minería, agricultura, pesca, amalgamas dentales, entre otras e incluye un artículo dedicado a mejorar aspectos de salud.

Ley buscará eliminar la contaminación por mercurio y prohibirán producir pilas y termómetros

El Ejecutivo remitió al Parlamento un proyecto de Ley de protección de la salud humana y el medio ambiente de las emisiones de mercurio y sustancias residuales. Establece que para 2020 se prohibirá la producción e intercambio comercial de pilas, lámparas fluorescentes, algunos tipos de jabones y cosméticos, termómetros y aparatos de medición de presión arterial.


El mercurio puede afectar a las cadenas alimenticias y la salud humana, principalmente por dispersión en el agua y consumo de peces afectados.
La iniciativa dispone la “protección a la salud humana y el ambiente de las emisiones de mercurio y sustancias residuales”.
En el proyecto también se establece que para el año 2020 se prohíba la “producción y el intercambio comercial de algunos productos que contienen mercurio, tales como: “pilas, lámparas fluorescentes, algunos tipos de jabones y cosméticos, instrumental médico no electrónicos como termómetros y aparatos de medición de presión arterial”.

Asimismo, en la iniciativa se indica que en Uruguay las posibles fuentes de emisión son: “incineradores de residuos, fundiciones de metales no ferrosos y cementeras.
También se dispone la necesidad de concentrar los esfuerzos para “implementar nuevos procesos de fabricación de cloro y soda con electrodos de mercurio”.

Daños

En el proyecto de Ley se hace mención a los “daños que puede ocasionar a la atmósfera y el aumento del riesgo para la especie humana en caso de afectar a las cadenas alimenticias, principalmente por dispersión en el agua y consumo de peces afectados”.
La estrategia fue aprobada por la Organización de las Naciones Unidas a partir de una iniciativa del comité presidido por Uruguay.

Las precauciones definidas en la Convención de Minamata sobre Mercurio, suscrita en octubre de 2013 en Japón, incluyen controles sobre “emisiones de mercurio de centrales eléctricas a base de carbón e industrias, así como de minería artesanal y de pequeña escala”.
Dicha Convención establece medidas de control y reducción del uso de productos y de procesos que emplean mercurio, que se constituye en una “neurotoxina que afecta los riñones los sistemas nervioso, cardiovascular, respiratorio, gastrointestinal, hematológico, inmunológico y reproductivo”.

Los termómetros de mercurio pasarán a la historia el 10 de abril en la Union Europea

Los termómetros y otros dispositivos de medición que contengan mercurio y estén destinados a usos industriales no podrán venderse en ningún país de la UE a partir del próximo jueves, 10 de abril, día en el que entrará en vigor una parte de un reglamento de la Comisión Europea aprobado el 19 de septiembre de 2012.Además de los termómetros, tampoco podrán comercializarse desde el 10 de abril otros dispositivos como barómetros, higrómetros, manómetros, esfigmomanómetros, extensímetros que se utilizan con pletismógrafos, tensiómetros y otras aplicaciones termométricas no eléctricas.

La Agencia Europea de Sustancias y Mezclas Químicas propuso en su día restringir el mercurio en estos dispositivos por presentar un riesgo para la salud humana y el medio ambiente, ya que, además, existen otros alternativos.
El pasado mes de octubre, la Organización Mundial de la Salud (OMS) y la coalición internacional ‘Salud Sin Daño’, formada por más de 470 organizaciones en unos 50 países, lanzaron la iniciativa ‘Salud Libre de Mercurio en 2020’, por la cual reclaman la eliminación de los termómetros y tensiómetros que contengan este elemento químico.
Esta iniciativa surgió después de que 140 países firmaran en Kumamoto (Japón) el primer acuerdo internacional para reducir el uso y el comercio de mercurio y, con ello, prevenir futuros daños a la salud y al medio ambiente.

Este tratado toma el nombre de Convención de Minamata porque en esta ciudad nipona se detectó en la década de 1950 un síndrome neurológico causado por la contaminación del agua tras el vertido de mercurio por parte de una planta petroquímica.
La campaña de la OMS y ‘Salud Sin Daño’ pretende eliminar la fabricación, importación y exportación de dispositivos médicos de medición con mercurio y apoyar alternativas sin este elemento químico porque el mercurio provoca una amplia gama de efectos graves sobre la salud, como daños cerebrales y neurológicos, especialmente entre los jóvenes, además de daños renales y al sistema digestivo.
Si bien la Convención de Minamata permite que se siga utilizando el mercurio en aparatos de medición médicos hasta 2030 bajo ciertas circunstancias especiales, la OMS y ‘Salud Sin Daño’ consideran que las posibles consecuencias negativas para la salud derivados del mercurio son tan grandes que proponen reducir esta fecha límite a 2020.

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