Brack visitó hoy el bosque de Pomac, en la región norteña de Lambayeque, donde hace un año murieron dos policías en el desalojo de campesinos que habían invadido más de mil hectáreas de ese santuario ecológico e histórico.
Además de honrar a los difuntos, el ministro se interesó por los trabajos de recuperación de esa zona, que reúne uno de los ecosistemas más variados de la costa norte peruana.
El ministro dijo que ayer, cuando se cumplió un año de que ocurrieran los hechos violentos, se inició "un operativo para ordenar la minería aurífera informal en Madre de Dios".
Alertó que esta minería "ya ha devastado totalmente 18.000 hectáreas de bosques y se están comenzando a intervenir 400.000 hectáreas de bosque con contaminación de mercurio".
Remarcó que, ante esto, se ha iniciado el "segundo gran operativo" de las autoridades peruanas "porque Madre de Dios es la región del mundo con mayor diversidad biológica", ya que en cada kilómetro cuadrado (100 hectáreas) de esa región se puede encontrar hasta 800 especies de aves.
El primer gran operativo fue, precisamente, la intervención del Estado en Pomac donde, aseguró, por "primera vez en el Perú se impuso la ley y la sentencia de los jueces sobre invasores que querían permanecer a toda fuerza".
En el caso de Madre de Dios, explicó que el oro está depositado en los suelos, traído desde los Andes durante millones de años, y para obtenerlo hay que lavarlo y destruirlo junto con el bosque.
"Vamos a poner orden. El lunes próximo tenemos una reunión en la Presidencia del Consejo de Ministros y el 29 (de enero) voy a estar en (la localidad de) Puerto Maldonado. Vamos a tener un programa de cinco años para ordenar eso", acotó.
Brack remarcó que tras la lección de los sucesos de Pomac, los peruanos deben "comenzar a pensar" en su "legado milenario (para) conservarlo y transmitirlo a generaciones futuras".
Enfatizó que esta visión se debe dar "no por romanticismo", sino con una visión de desarrollo sostenible.
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