sábado, 28 de noviembre de 2009

México prevé pacto climático para fines de 2010

El representante especial de México para el cambio climático dijo que se requiere que en Copenhague se pueda definir el "qué" y el "cómo" para poder lograr un acuerdo posterior.

México DF. La cumbre sobre cambio climático del mes entrante, en Copenhague, deberá fijar una base sólida que permita lograr un acuerdo internacional definitivo a fines de 2010, dijo Luis Alfonso de Alba, representante especial de México para el cambio climático.

Reconociendo que es muy poco probable que los líderes mundiales logren redactar un nuevo tratado global que sustituya al Protocolo de Kioto, durante la cumbre del 7 al 18 de diciembre en la capital danesa, se mostró confiado en que se logren buenos resultados.

De Alba considera que se podría lograr un acuerdo para frenar el calentamiento global y obtener fondos para los países pobres. "Lo importante es que en Copenhague dijeramos el "qué" y luego el "cómo." Si decimos cuál es el objetivo (...), y los margenes en los cuales se debe desarrollar la negociación, el "cómo" sera más fácil", dijo a Reuters en una entrevista.

Dinamarca propuso posponer un año la firma de un acuerdo legal global hasta 2010, en lugar de buscar alcanzarlo durante la cumbre de diciembre, a la que se espera asistan docenas de líderes mundiales.

La reunión de Copenhague debería arrojar un compromiso que incluya el compromiso de no permitir que la temperatura del planeta aumente más de dos grados centígrados, y un acuerdo vinculante para reducir la emisión de gases de invernadero a 50% hacia 2050, con el 80% de esa reducción proveniente de países desarrollados, explicó de Alba.

Un reporte de 2007 del Panel de Cambio Climático de Naciones Unidas señaló que las naciones desarrolladas deberían recortar entre 25% y 40% sus emisiones, respecto a los niveles de 1990 hacia 2020, para evitar las peores consecuencias ambientales.

Si se logran esos objetivos, los negociadores deberían ser capaces de alcanzar un acuerdo vinculante final al cierre de 2010, en la cumbre a celebrarse en México. "Lo más probable es que ese trabajo concluya en México. Lo que es un hecho es que no debería concluir después de México", señaló.

Millones de toneladas anuales. El proceso de cara a Copenhague ha estado minado por las marcadas diferencias entre países ricos y las naciones en desarrollo sobre cómo alcanzar esas metas. Naciones como China han impulsado recortes profundos en las emisiones por parte del mundo industrializado.

Sin embargo, un diplomático chino dio señales de flexibilidad este miércoles, señalando que cualquier acuerdo en Copenhague es más importante que las formalidades legales.

De Alba sugirió que una solución podría ser que se le permita a las naciones más ricas acordar entre ellas cómo alcanzar su meta como grupo.

Esto permitiría a Estados Unidos, que ha obstaculizado los recortes rápidos y profundos propuestos por la Unión Europea, reducir sus emisiones de manera más gradual, pero asegurando que las naciones ricas como grupo logren avances con sus reducciones.

Además el acuerdo de Copenhague debería incluir un compromiso de los países ricos para apoyar la reducción de emisiones en los países más pobres a partir de 2010, dijo de Alba.

Los fondos deberían ser al menos de unos US$10.000 millones anuales, como lo propuso recientemente el Secretariado para Cambio Climático de Naciones Unidas, añadió el funcionario mexicano.

América Economía

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