Los miles de taxis que transitan por las calles de Huánuco cargar un frágil balón de gas domestico que los abastece de combustible pero de una manera tan peligrosa que en cualquier momento podrían estallar.
Jaime Delgado, presidente de la Comisión de Defensa del Consumidor del Congreso, manifestó que las instalaciones formales son diferentes. “El tanque es mucho más grueso. El sistema de válvulas y los reguladores es distinto. Además, el tanque está debidamente sujeto al taxi”, indicó el legislador.
Aproximadamente de 7000 carros que transitan en esa ciudad, se estima que 5000 utilizan este sistema ilegal de conversión a gas licuado de petróleo, proceso que se realiza en talleres clandestinos sin las mínimas medidas de seguridad.
Son los mismos grifos los que tienen almacenados los balones amarillos, listos para venderlos a los taxistas quienes incurren en una mala práctica por un beneficio económico. (Con información de Frecuencia Latina)
La Republica
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