sábado, 28 de noviembre de 2009

China insufla esperanza ante la cita de Copenhague doblando su compromiso

Pekín, 26 nov (EFE).- China, mayor emisor mundial de dióxido de carbono, dio hoy un esperanzador impulso a la lucha contra el cambio climático al anunciar que reducirá entre un 40 y un 45% su intensidad energética en 10 años y que su primer ministro, Wen Jiabao, estará en la cumbre de Copenhague.

En un comunicado del Consejo de Estado (Ejecutivo), China se comprometió hoy a que su intensidad energética -emisión de CO2 por cada unidad de PIB- sea en 2020 un 40-45% menor que en 2005, doblando los esfuerzos del actual Plan Quinquenal (2006-2010), donde se había comprometido a reducirla en un 20%.

El anuncio ha sido bien recibido por organizaciones ecologistas como WWF o Greenpeace, aunque la segunda ha pedido a China "aún más esfuerzos".

La intensidad energética es un concepto algo más vago que una reducción concreta de emisiones, lo que permite al Gobierno chino cierto margen de maniobra (no equivale a una reducción del 45 por ciento en las emisiones de dióxido de carbono).

Además, todavía no es seguro que Pekín logre en 2010 la reducción del 20 por ciento prometida, lo que recuerda que estos compromisos, adquiridos voluntariamente por China, no tienen carácter vinculante.

No obstante, según expertos chinos que participarán en Copenhague, la mejora de la intensidad energética del último lustro ha permitido a China emitir 1.500 millones de toneladas menos de CO2 (en 2006, el país asiático emitió 6.000 millones, según datos de la Agencia Internacional de la Energía).

El Consejo de Estado (Ejecutivo) aseguró en su comunicado, a través de la Agencia Xinhua, que el compromiso "es una acción voluntaria del Gobierno chino, teniendo en cuenta sus actuales condiciones nacionales" y lo calificó de "gran contribución a la lucha internacional contra el cambio climático".

El anuncio de China llega después de un año de negociaciones, especialmente con EEUU, para que el país asiático asuma mayores compromisos en la lucha contra el cambio climático, pese a que, al ser un país en desarrollo, no está obligado a reducir emisiones de acuerdo con el Protocolo de Kioto.

El presidente chino, Hu Jintao, ya había adelantado en septiembre, en la sede de las Naciones Unidas en Nueva York, que China iba a reducir su intensidad energética en la próxima década "de manera notable", aunque la cifra concreta había sido una incógnita hasta hoy.

La cifra ha sido calculada tras meses de debates y propuestas de los expertos medioambientales chinos, y todo apunta a que no ha sido fácil de consensuar: de hecho, se creía que Hu ya la iba a anunciar en septiembre ante la comunidad internacional, pero cambió su discurso "en el último minuto", según opina la ONG Greenpeace.

No es casual el hecho de que China haya escogido anunciar sus metas energéticas un día después de que lo hiciera EEUU (entre ambas concentran más del 40 por ciento de las emisiones planetarias, y están entre las economías más reacias a aumentar sus esfuerzos).

Washington sí anunció una cifra concreta de reducción de emisiones (del 17% en 2020 con relación a los niveles de 2005), porcentaje que queda lejos del 40% que pedirá China a las naciones desarrolladas en Copenhague.

China, de hecho, respondió hoy fríamente a la oferta estadounidense: "EEUU es la mayor economía desarrollada y debe asumir sus responsabilidades históricas y obligaciones", señaló en rueda de prensa el portavoz de turno del Ministerio de Asuntos Exteriores, Qin Gang, al comentar el anuncio de Washington.

El propio Qin fue quien anunció hoy que el primer ministro chino, Wen Jiabao, será la cabeza de la delegación china en Copenhague.

La presencia de Wen "demuestra la gran importancia que el Gobierno chino da al cambio climático y su voluntad política de trabajar con la comunidad internacional en este asunto", subrayó el portavoz.

Qin añadió que China espera que en la cumbre "se obtenga un acuerdo justo y razonable" y reiteró que el país asiático espera que en las negociaciones se respete el principio de "responsabilidades diferenciadas".

China defenderá en Copenhague que las naciones en desarrollo deben recibir más ayuda financiera y tecnológica por parte de las naciones desarrolladas con el fin de hacer frente al cambio climático.

También pedirá que las economías no desarrolladas luchen contra el cambio climático mediante planes nacionales no impuestos por la comunidad internacional.

La actual política china contra el calentamiento global también se compromete a aumentar hasta un 15% el porcentaje de uso de energías renovables como la solar o eólica sobre el total, donde sigue dominando (70%) una de las fuentes más contaminantes, el carbón.

También ha emprendido un masivo programa de reforestación, con el que promete plantar en los próximos años 60.000 millones de árboles y elevar al 20 por ciento la tasa de cobertura forestal nacional.

EFE

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